La Dermatitis Atópica, llamada comúnmente eccema (atópico), es una enfermedad inflamatoria crónica recidivante de la piel, intensamente pruriginosa, que afecta fundamentalmente las superficies flexoras de codos y rodillas, el cuero cabelludo, la cara y el torso. Se presenta a menudo en familias con enfermedades atópicas (dermatitis atópica, asma bronquial y/o rinoconjuntivitis alérgica). Es una de las enfermedades cutáneas más frecuentes.
Se trata de un trastorno funcional de las glándulas sebáceas, que producen una hipersecreción de grasa prurito y con aspecto de escamas, más frecuente en niños, multifactorial, en la cual intervienen factores tanto ambientales como constitucionales. Es de difícil tratamiento. Las personas con eccema a menudo tienen antecedentes de condiciones alérgicas como asma, fiebre del heno o eccema. La dermatitis atópica fue originalmente conocida como prúrigo de Besnier y eccema constitucional, actualmente también es llamada neurodermatitis diseminada, por las escuelas europeas.
Es causante de piel rojiza, irritada, escamosa y casposa. Afecta en particular las zonas de la piel ricas en glándulas sebáceas.
- Síntomas
Sus síntomas son:
- Picor todo el tiempo (incluso de noche).
- Ampollas que supuran y forman costras.
- Enrojecimiento o inflamación de la piel alrededor de las ampollas.
- Erupción cutánea.
- en niños menores de 2 años las lesiones de piel empiezan en las mejillas, los codos o las rodillas.
- en los adultos la erupción compromete con más frecuencia las superficies flexoras (internas) de las rodillas, los codos y tobillos (sobre todo).
- Áreas de la piel secas y curtidas.
- pigmentación en la piel inferior o superior al tono normal (ver piel anormalmente oscura o clara).
- se localizan comúnmente en la parte interior del codo o detrás de la rodilla.
- se pueden propagar al cuello, las manos, los pies, los párpados, detrás de la rodilla o los labios.
- Áreas de la piel en carne viva (excoriación) debido al rascado.
- Pus y sangrado del oído (no es muy frecuente).
- Escozor en la zona dañada.
- Áreas gruesas o con apariencia de cuero, llamadas liquenización, lo cual puede ocurrir después de rascado o irritación prolongados
- Diagnostico
- Diagnostico
El eccema es más común en los niños y mayores de edad al menos la mitad de estos casos se resuelven a la edad de 36 meses. La dermatitis atópica suele retirarse a partir de la adolescencia.
En la piel se presenta una reacción por hipersensibilidad (similar a la alergia), la cual produce una inflamación crónica que ocasiona picazón y descamación. El rascado y la irritación crónica hacen que la piel se vuelva gruesa y adquiera una textura como la del cuero.
Es muy común que se produzca en las coyunturas de los brazos y piernas, así como también en el cuello.
- Tratamiento
De acuerdo a Krakowski y colaboradores el tratamiento de la dermatitis atópica se ha de realizar a través de una estrategia basada en los siguientes pilares: educación/formación, eliminación de agentes desencadenantes, cuidados cosméticos de la piel, y tratamiento farmacológico.
- Educación/Formación: Se ha de formar a los afectados sobre la enfermedad para que tengan el conocimiento de que la dermatitis atópica es un desorden complejo y crónico y para generar en ellos expectativas realistas sobre la enfermedad.
- Desencadenantes: En aquellos casos en los que sea posible se han de evitar aquellos alérgenos que pueden activar la atopía como por ejemplo los ácaros del polvo o las faneras animales.
- Cuidados cosméticos de la piel: Utilización de emolientes y cuidados durante el baño.
- Tratamiento farmacológico : Los tratamientos farmacológicos incluyen el uso de corticoides tópicos, inhibidores de la calcineurina y antibióticos para tratar las sobreinfecciones de las lesiones por la bacteria S.aureus.
De acuerdo a Krakowski y colaboradores el tratamiento de la dermatitis atópica se ha de realizar a través de una estrategia basada en los siguientes pilares: educación/formación, eliminación de agentes desencadenantes, cuidados cosméticos de la piel, y tratamiento farmacológico.
- Educación/Formación: Se ha de formar a los afectados sobre la enfermedad para que tengan el conocimiento de que la dermatitis atópica es un desorden complejo y crónico y para generar en ellos expectativas realistas sobre la enfermedad.
- Desencadenantes: En aquellos casos en los que sea posible se han de evitar aquellos alérgenos que pueden activar la atopía como por ejemplo los ácaros del polvo o las faneras animales.
- Cuidados cosméticos de la piel: Utilización de emolientes y cuidados durante el baño.
- Tratamiento farmacológico : Los tratamientos farmacológicos incluyen el uso de corticoides tópicos, inhibidores de la calcineurina y antibióticos para tratar las sobreinfecciones de las lesiones por la bacteria S.aureus.
La dermatitis atópica es una afección desafiante, pero entender sus síntomas y opciones de tratamiento puede marcar la diferencia. Explorar cremas para eccemas atópicos puede ofrecer alivio y mejorar la calidad de vida de quienes la padecen. Es fundamental buscar productos que hidraten y ayuden a calmar la piel irritada.
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